Soy abogado en España, que es tanto como decir prostituta en Tailandia, ante la gran competencia existente. Y aconsejo a mis clientes que no pleiteen. Aspiro a solucionar problemas, no a crearlos, dedicación que se ha convertido en la principal ocupación de muchos picapleitos. Hoy en día pleitear en España es una lotería, pues depende del abogado, del juez que te toque –en suerte o en desgracia-, del fiscal, en su caso, e incluso de la capacidad profesional e interés –o no- del funcionario judicial que tramite el proceso. Lo único seguro es el alto coste de los pleitos, como cuando se compra la lotería, que lo único que tenemos claro es el precio de la participación correspondiente.
PVP: 29,99 euros